Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, en nuestro país hay más de 29 millones de mascotas. Desafortunadamente, también hay una alta tasa de abandono y una falta de identificación. Es por eso que el Gobierno decidió poner en marcha la Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor el pasado 29 de septiembre de 2023. ¿Qué consecuencias tiene esta nueva disposición?
¿Qué es la Ley de Bienestar Animal?
La Ley de Bienestar Animal tiene el objetivo de adoptar medidas estrictas dirigidas a los propietarios de mascotas. Esta ley no solo afecta a los animales de compañía o domésticos, sino que también se extiende a las especies silvestres. Lo que se busca con esta ley es luchar contra el abandono, el maltrato y el sacrificio de animales.
De hecho, una de las novedades de la Ley de Bienestar Animal es que el maltrato será castigado con pena de prisión de un año a 36 meses, en caso de muerte. Y respecto al maltrato, el concepto se extiende considerablemente, pues ahora las mascotas ya no podrán llevar collares o pinchos que generen asfixia; tampoco será posible utilizar aparatos eléctricos que causen daño en las mascotas, ni se podrá llevar animales atados a vehículos en marcha.
Por otra parte, se espera que con esta nueva disposición, los zoológicos y delfinarios dejen de ser considerados como tal y se conviertan, de forma progresiva, en centros de recuperación de especies autóctonas. Asimismo, los circos con animales quedarán prohibidos, cosa que ya recogen algunas disposiciones de carácter autonómico. Sin embargo, los festejos populares con toros aún quedan fuera de esta ley.
Prohibido el comercio de mascotas
La Ley de Bienestar Animal es muy clara en lo que al comercio de mascotas se refiere. Desde su entrada en vigor, está prohibido vender animales en las tiendas de mascotas, pero también está prohibido exponerlos al público con fines comerciales. Es decir, desde ahora no será posible vender gatos, perros y hurones en las tiendas. Solo será posible adquirir animales, menores a cuatro meses de edad, en su núcleo de cría o nacimiento.
Definición de los animales de compañía
Una de las novedades de la Ley de Bienestar Animal es que acota los términos de «animales de compañía». Es así como las especies que pueden inscribirse en este apartado son:
- Perros, gatos y hurones.
- Los animales de producción que se inscriban en el apartado de compañía por decisión del titular de estos.
- Aves para la cetrería, es decir, aves rapaces entrenadas.
- Los animales de acuarios que no se incluyan dentro del apartado de especies exóticas invasoras ni especies silvestres protegidas.
La ley recién se pone en marcha, pero se espera que el catálogo de animales de compañía crezca considerablemente en los próximos años. Para 2026, se publicaría una lista de mamíferos, mientras que el resto de especies se recogería en un listado a publicar en marzo de 2027.
Por otra parte, la Ley de Bienestar Animal dispone que está prohibido tener animales venenosos como mascotas, así como reptiles de más de dos kilos, a excepción de las tortugas. Tampoco se pueden tener primates, especies amenazadas ni mamíferos silvestres de más de cinco kilos.
Mascotas en el transporte público, pero con un seguro
La aprobación de la Ley de Bienestar Animal establece que para poder tener una mascota, el propietario debe cumplir ciertas obligaciones. Uno de estos requisitos es haber realizado el curso de formación de validez indefinida; un curso que, además, es gratuito y que certifica que el dueño puede ser responsable de cuidar de un animal.
Por otra parte, los perros que se tengan como mascotas deben estar cubiertos por un seguro de responsabilidad civil, así como identificarse a través de un microchip. Y si el animal muestra problemas de convivencia, entonces el dueño deberá acudir a un profesional.
¿Y el seguro para viajar? La nueva Ley de Bienestar Animal permite que los animales de compañía viajen en transportes de navieras, compañías aéreas y trenes. En este caso, las compañías deberán facilitar el acceso a las mascotas, pero siempre y cuando el titular cuente con un seguro y respete todas las medidas de seguridad y garantice el comportamiento de la mascota.
Ley de Bienestar Animal: contra el abandono de las mascotas
La nueva normativa contempla que no es posible dejar sin supervisión a un animal durante más de tres días seguidos. En el caso de los perros, este plazo se reduce a 24 horas. Por otra parte, los perros y gatos en terrazas o patios no quedan terminantemente prohibidos, pero sí se limita el tiempo. Es decir, no se puede tener a las mascotas en los patios y terrazas de forma permanente.
Además, no es posible dejarlos en vehículos cerrados, expuestos al calor o al frío, ni atarlos a las puertas de los comercios sin supervisión. De hecho, las primeras multas por dejar a las mascotas a las afueras del supermercado ya han empezado a llegar.
Por último, en lo que a los excrementos de las mascotas se refiere, hay que evitar dejarlos en las zonas de paso habitual de las personas. A partir de ahora será obligatorio recogerlos e incluso, limpiar con productos biodegradables.
Contra la reproducción incontrolada
La reproducción incontrolada también se regula en la nueva normativa. El objetivo es que la cría de animales corra a cargo de personas responsables y que se encuentren inscritas en el Registro de Criadores de Animales de Compañía. También deberán tomarse medidas para evitar la reproducción incontrolada a través de la esterilización de las mascotas, cosa que se hará obligatoria para los animales que no se pueden controlar.
Por ejemplo, los gatos tendrán que identificarse y esterilizarse antes de los seis meses, salvo aquellos que estén registrados como reproductores. Esto cobra especial importancia cuando se trata de las colonias de gatos callejeros, pues serán los Ayuntamientos los encargados de controlar la reproducción.
Multas por incumplir la Ley de Bienestar Animal
Ahora que ya conoces algunas de las características de esta ley, probablemente te preguntes si se es acreedor de una sanción en caso de incumplimiento. Las multas pueden ser leves y rondar desde los 500 hasta los 10.000 euros. En el caso de las infracciones graves, la sanción será de entre 10.001 y 50.000 euros y cuando sean muy graves de 50.001 a 200.000 euros.
Una sanción leve se considera aquella en la que se incumplen las prohibiciones y obligaciones de la ley. Por sanción grave se entienden aquellas que causan daño y sufrimiento a las mascotas, incluyendo el no identificarlo o utilizar métodos de crianza que sean violentos. El abandono, robo o apropiación de animales también se considera infracción grave, igual que la cría de animales silvestres alóctonos.
Las infracciones muy graves incluyen la muerte del animal, así como el sacrificio no autorizado, el adiestramiento para las peleas clandestinas y la exposición de los animales con fines comerciales. En este sentido, cabe destacar que los establecimientos todavía tienen un plazo de 12 meses desde la entrada en vigor de la ley para adaptarse a esta.